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INTRODUCCIÓN

 ¿Releer libros?

 

En el universo de la lectura existe una práctica que, en ocasiones, da lugar a intensos debates entre los apasionados de la narrativa y otras veces se pasa por alto: releer libros.

Volver a sumergirse en las páginas de una historia ya conocida puede parecer a simple vista una pérdida de tiempo, pero algunas personas (entre las que me incluyo) encuentran un especial placer en disfrutar de nuevo obras ya conocidas. Releer un libro se puede convertir en una experiencia asombrosa.

Vamos a analizar por qué razones releer libros es una actividad que enriquece tanto el alma como la mente, sin dejar nunca de aventurarse en nuevos horizontes literarios.

 

Descubrir matices pasados por alto

 

Releer un libro puede compararse a desenterrar un tesoro.

La primera vez que abrimos un libro, nos enfocamos en la trama principal, en los personajes y el desenlace.

Si la historia nos engancha, queremos avanzar para descubrir qué va a suceder. Las relecturas nos permiten prestar más atención a otro tipo de detalles como, por ejemplo, la variedad del lenguaje empleado.

Regresar a un libro familiar con ojos frescos nos da la oportunidad de revelar detalles pasados por alto en la primera lectura y que en la segunda brillan con una renovada claridad.

Para mí, es como descubrir un libro dentro del mismo libro.

 

Profundizar en el análisis y la comprensión

 

Releer nos ayuda a comprender en profundidad las diferentes capas y significados entre líneas que el autor ha podido dejar impreso, incluso descubrir una nueva perspectiva o alcance de la historia.

Es posible que lleguemos a comprender temas subyacentes y conectar con los personajes y sus vidas de una forma más profunda, relacionarnos con sus decisiones y emociones personales y con los vínculos que surgen entre ellos.

Al conocer el resultado final de la trama, releer nos permite apreciar mejor la estructura y los temas que el autor va exponiendo.

El dedicar más tiempo al lenguaje y a los detalles puede ayudarnos a enriquecer nuestra propia escritura.

Además, podemos consolidar conocimientos, sobre todo en libros de no ficción o académicos.

 

Apreciar la evolución de nuestra propia perspectiva

 

Nuestra perspectiva en la vida va cambiando a medida que evolucionamos y experimentamos. Es como cuando regresamos de visita a la casa de nuestros abuelos. Esa casa en la que jugábamos de niños nos parece mucho más pequeña que en aquellos tiempos. Hemos crecido físicamente. Con el paso del tiempo, vemos el mundo de diferentes maneras. Releer un libro que en el pasado nos gustó, con una mente más madura, nos permite percibir e interpretar la obra de diferente manera.

 

Un gran placer

 

Releer un libro que nos encanta es una experiencia muy placentera. Volver a disfrutar con el estilo propio de un autor, conectar con un mundo increíble, con una historia apasionante o revivir momentos favoritos con personajes que han calado en nuestros recuerdos, son prácticas emocionales únicas que nos reconfortan y hacen sentir bien. En definitiva, recuperar un libro que ya es familiar, simplemente es un auténtico placer.

 

 

Una práctica beneficiosa para escritores

 

Es decisión de cada persona no parar de aprender hasta el último día de la vida. El universo (o quien sea) nos da esa oportunidad.

Más allá de la trama, al releer un libro, los escritores analizamos de qué manera otros autores dan forma a sus historias, cómo construyen sus personajes y emplean el lenguaje.  Todo esto ayuda a mejorar nuestro propio oficio y nos enseña diferentes técnicas. O, por el contrario, nos indica qué no hacer.

Si los libros releídos son clásicos, nos pueden aportar a mayores mucha inspiración y ganas de realizar un buen trabajo.

 

La confortable familiaridad

 

Releer tu libro favorito puede ser tan reconfortante como reunirse con un viejo amigo para compartir momentos del pasado. En situaciones de incertidumbre o estrés, la lectura se convierte en una reunión con personajes y tramas conocidas que proporcionan consuelo y familiaridad.  Los libros se transforman en un refugio seguro para escapar de los problemas o del ajetreo de la vida cotidiana.

De la misma manera, podemos revivir las emociones sentidas en la primera lectura.

 

 

 

Desventajas de releer Libros

 

Como todo en esta vida, releer libros también tiene sus desventajas.

 

 

Tiempo limitado

 

Si contamos con una lista de lecturas pendientes que va creciendo sin cesar, emplear tiempo en releer quizás signifique el sacrificio de una oportunidad para descubrir autores e historias nuevas. Un libro releído supone uno menos de aquellos que aún no hemos explorado. Es cuestión de priorizar.

 

Falta de diversidad

 

Releer libros limita, sin ninguna duda, el conocimiento de nuevos estilos literarios, ideas, autores o novedades, que enriquezcan nuestra cultura y comprensión del mundo. Sobre todo, si tenemos en cuenta el punto anterior.

 

Estancamiento y pérdida de interés

 

Si nos aferramos a releer libros que nos resultan familiares, corremos el riesgo de perder la emoción, la espontaneidad y el interés de la primera lectura, y de estancarnos en una zona de confort que nos impida ampliar horizontes.

Descubrir una historia nueva estimula nuestra mente, nos obliga a pensar y analizar lo que estamos leyendo, fomentando el crecimiento personal.

 

Conclusión

 

La decisión de releer un libro, como es lógico, es una cuestión personal que depende de diversos factores individuales.

No existen respuestas correctas o incorrectas.

En algunos casos, dependerá del estado de ánimo, del libro o del momento vital.

Para muchas personas es una gran satisfacción y consuelo leer las mismas obras, una y otra vez.

Sin embargo, otras consideran que es un aburrimiento y prefieren la novedad y diversidad.

Ambas cosas no están reñidas.

La clave puede encontrarse en lograr el equilibrio perfecto entre la emoción de descubrir algo nuevo y la seguridad de lo ya conocido.

La belleza de la lectura reside en la capacidad que posee de despertar una gran variedad de respuestas y,  por supuesto, en la libertad de que cada uno elija su camino literario.

Lo que en realidad importa es cultivar la pasión por leer o releer.

En cualquier caso, nunca será una pérdida de tiempo.

Así que, si no eres un apasionado de la relectura, dale una oportunidad a tu libro favorito y te sorprenderás de los nuevos tesoros que descubrirás entre sus páginas.

 

SOLO HAY UNA REGLA: DISFRUTAR DEL PROCESO.

¡Feliz relectura!

 

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